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Channel: Charly Garcia
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No puedo salir de esa burbuja de componer, crear y dibujar

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Con entradas agotadas, el cantante presenta su show La Torre de Tesla en Córdoba.
La entrevista con Charly García estaba pactada para la tarde del viernes. Alrededor de las 18, su asistente lo confirma: “Apenas termine de ensayar se pone al teléfono y conversan”. Es casi medianoche y el teléfono suena. Del otro lado, y luego de una sesión maratónica de ensayo, la voz cascada es inconfundible: está una de las personalidades más influyentes e importantes de la historia de la Argentina. “Estamos entusiasmados, hace mucho que no tocamos. Yo estuve con un problema en la pierna y ya estaba podrido de estar en casa. Me viene bárbaro Córdoba”, dice animado Charly.

El rock para García también se cocina ahí, en la sala ensayo, donde pasan cosa maravillosas. Ensayar muchas horas es también una cuestión de actitud. “Mi visión del rock actual no es muy positiva. Siento que el rock tiene muchas influencias, lo siento un poco duro de fuerza. Hay muchas bandas, yo no tengo problema con ninguna, pero les falta ideología; no política, ideología de rock. Les falta originalidad. Hay mucha influencia tropical, cosas que no son las que me gustan. Por eso estoy tan entusiasmado y extrañé tanto tocar. Quiero hacer un gran show en Córdoba”, afirma con convicción.

Charly llega de la mano de las canciones de Random, celebrado disco que lo devolvió al limbo de los genios y que tal vez lo volvió a abrazar fuerte con la canción. “Nunca una mala melodía me atrapa, a mí siempre me gustó hacer canciones, quizás no canciones comunes o canciones previsibles. Pero sí hay un reencuentro y sentí un apoyo de la gente, creo que a la gente le gustó”, reflexiona sobre su obra y agrega un dato inédito sobre el título y el concepto que este abraza: “Este disco tiene Random, algo aleatorio también. Mi primera idea era que cuando uno pusiese el disco los temas se disparasen solos, sin un orden fijado”.

Si está entre sus mejores creaciones o si la crítica lo bendijo parece no importarle, hay una convicción más fuerte que se impone sobre las calificaciones posibles. “Escucho rock hace mucho tiempo e hice vida de rock hace mucho tiempo y estoy conforme con este disco. Me parece que está hecho desde el corazón. El otro día alguien me dijo: ‘vos sos bueno porque hacés música buena’”, dice riendo.
Parte de la religión

Las canciones atienden distintas inquietudes del mudo privado del músico. Ahí están reflejados el amor, el desamor, el arte y la felicidad, entre otras cuestiones. Pero la divinidad también encuentra su lugar. La canción Amigos de Dios se suma al pez que ha sido tomado como un símbolo cristiano y a la dedicatoria que agradece a todos los fieles de la Iglesia del Pescado. ¿Será que García ahora es parte de la religión? “¡Noooo! Justamente este disco es no religioso, si se quiere. Las canciones tienen su argumento, pero creo que la religión se ha transformado en una desgracia. Hay demasiadas fricciones y demasiadas guerras. No me gusta escuchar sobre religiones”.

Cuando García observa el mundo exterior aparecen canciones como Rivalidad. Pero para alguien que calificó a Cristina como autoritaria y a Macri como poco confiable por el solo hecho de brindar con agua, García se aleja de la idea de ponerse en algún lado de la grieta. ¿A quién votaría hoy entonces? “Yo nunca voté –afirma categórico–, pero por el camino que estoy yendo y que espero que pueda seguir haciéndolo por mucho tiempo, es el de los que tenemos el aura de hacer arte. Arte, arte, arte, como diría Marta Minujín, me quedo con esa gente, la gente utópica. La que le da alegría a la gente, como pasó con Random, que es un disco de amor también. No se trata de River o Boca, se trata de hacer música buena para que le llegué a gente buena”.

Alto en la torre
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Charly García se reencontró con los cordobeses y no defraudó

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Más de 3 mil personas coparon la Plaza de la Música para escuchar-idolatrar-extrañar a Charly García
Córdoba.- La leyenda regresó y no defraudó a las 3200 personas que coparon la Plaza de la Música para escuchar, idolatrar, extrañar a Charly García . Con "La torre de Tesla" convocó a sus seguidores de siempre (más 50 años) y a los de menos de 20 que no pudieron verlo en sus mejores momentos, cuando se convirtió en un dios del rock nacional.

El show mezcló nuevos y clásicos y no decepcionó a nadie. Comenzó con "Instituciones", solo ocho minutos después de las 21: la puntualidad exacta que obligó a muchos a recordar los tiempos en que el horario de su aparición era una incógnita. Algunos productores cordobeses todavía rememoran cuando, en la vuelta de Serú Giran (diciembre de 1992). la banda empezó a probar sonido en el estadio Córdoba a las 23 y siguió -alentada por Charly- hasta las 7 de la mañana. Ese día, los vecinos del barrio se agolparon en la comisaría para quejarse.

En este espectáculo las canciones de Random -"La máquina de ser feliz", "Lluvia", "Otro", "Rivalidad"- fueron coreadas con el mismo entusiasmo que aquellas de siempre, las que todos le piden que no deje de cantar. Así pasaron "Cerca de la revolución", "Rezo por vos", "Reloj de plastilina" y "Yendo de la cama al living".
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Charly García en Córdoba: Inconsciente karaoke

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Ph: Sepia Foto Agencia
Para analizar el paso de Charly García por Córdoba hace falta separarse de la historia propia, pero no tanto. ¿Cuántos de los presentes iniciaron su camino en la música con un disco, un show o incluso una canción del hombre que hoy mira al vacío sentado detrás de sus teclados? Resguardado en un sillón capaz de abrazar a su humanidad entera, Charly toca lo que puede, cuando quiere. Confía en la lealtad de una banda que no brilla, pero que tampoco defrauda. Por momentos se lo ve disfrutar y en otros esa sensación tiene que ver más con un anhelo externo, que se multiplica en la segunda Plaza de la Música agotada en cuestión de minutos.

Unas 7.000 personas hicieron hasta lo imposible para conseguir tickets para el miércoles 25 de julio y, luego de la desazón del primer “No hay más localidades”, para el lunes 30. Se sabe: Charly no es el de antes. Ni el de los 80, ni el de los 90, ni siquiera el de los 2000 y monedas. Pese a ese dato irrefutable, buena parte del público intenta recuperar el vínculo de sostén para con el genio y su constant concept, ese Say No More que se multiplica en brazaletes, remeras y hasta en la propia campera que usa García. Por eso, también, el concierto no tiene sabor a despedida y sí a reencuentro entre fieles.

“Aguante Córdoba”, dice Charly al terminar la primera de las 25 canciones que tenía programada la lista. “El aguante” −editado hace 20 años− parece reflejar eso que se palpa en el ambiente. Con “Instituciones” aparecen los primeros acoples y problemas en la voz, pero a la hora del estribillo poco importa, porque Rosario Ortega y el coro popular sostienen la magia de una página musical que conecta directo con la primera generación de fanáticos de Charly, aquellos que desde Sui Generis no han dejado de seguirlo. Inmediatamente, “No soy un extraño” y “Cerca de la revolución” funcionan como un paréntesis idílico. Aunque evidencian la falta de coordinación de un García otrora omnipotente, son canciones que forman parte de la educación sentimental de las últimas tres generaciones rockeras.

“Un aplauso para King Kong”, dice Charly antes de tocar el tema homónimo de Kill Gil. Fiel a su costumbre, el músico divierte y desconcierta con ocurrencias que aparecen antes y después de varias canciones. Pero en esa alusión −que tiene que ver con la proyección en pantalla de la versión original del film−, García también da cuenta de su amor por el cine, algo que está presente no solo en sus últimas entrevistas, sino también en Random, el disco modelo 2017 que aporta cuatro canciones al set: “La máquina de ser feliz”, “Lluvia”, “Otro” y “Rivalidad”. Esa cinefilia diversa −que toca a Kubrick, Hitchcock o Scorsese− es también un sostén artístico fundamental para una música que, si bien no tiene a su mentor en plena forma, evidencia su potencia creadora al combinarse con la imagen en movimiento.
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Recordando a María Gabriela Epumer

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A 55 años de su nacimiento, compartimos las palabras de Andrea Álvarez, Mavi Díaz, Claudia Sinesi, María Rosa Yorio, Claudia Puyó y Sandra Mihanovich, amigas del escenario y de la vida.
¿Quién fue María Gabriela Epumer?
Nació en Buenos Aires el 1 de agosto de 1963. Fue guitarrista, bajista y cantautora. Paralelamente a su participación en la banda de Charly García, Epumer armó su banda propia llamada A1. En más de quince años de carrera, integró las bandas Rouge, Viuda e Hijas de Roque Enroll, la Montecarlo Jazz Ensamble, Las Chicas, y el dúo Maleta de Loca. Dejó este mundo demasiado pronto, con apenas 39 años y marcó una época y un estilo en el mundo del rock nacional.

Este 1 de agosto cumpliría 55 años. Como homenaje, le propusimos a seis referentes de la música compartir una anécdota, palabras en su memoria o un momento que hayan vivido juntas.

Sandra Mihanovich, Andrea Álvarez, Mavi Díaz, Claudia Sinesi, María Rosa Yorio y Claudia Puyó, seis de sus grandes amigas, colegas, hermanas de la vida, la recuerdan así: 


Mavi Díaz: "María Gabriela es un faro, no sólo por su legado musical, sino por su calidad humana".

Foto: Fernando Samalea. Viudas e Hijas de Roque Enroll. De izquierda a derecha: María Gabriela Epumer, Mavi Díaz, Claudia Ruffinatti y Claudia Sinasi.
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Con Charly somos escorpios: nos sacamos la piel y empezamos de nuevo

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Billy Bond con Charly García en el estudio
Una invitación de Charly García a cantar en vivo el tema “Loco (¿no te sobra una moneda?)” y la posibilidad de ayudar económicamente a Alejandro Medina le pusieron fichas para volver a sentarse a una mesa de sonido. Como no podía ser de otra manera, la grabación fue un happening por donde pasaron músicos ignotos, sus pollos actuales (Las Bodas Químicas y Gualicho Turbio) y un desfile de nombres propios y consagrados que no quisieron perderse el acontecimiento: desde Hugo Fattoruso y Ruben Rada hasta Dante Spinetta, Fito Páez y el propio García. Billy Bond está de regreso pero no se queda; produce y se va. Y además promete —o amenaza— con un musical inspirado en la vida y obra de Charly para fines de 2019. Agarrate.

¿Cómo surgió tu regreso a la producción musical luego de varias décadas dedicado a otras áreas de la producción artística?
Ocurre que Charly me invitó al Gran Rex y algunos días antes del show me dijo “¿Por qué no te cantás un tema?”. Al final canté “Loco” en el Rex y me dejó bastante emocionado porque muchos pendejos conocían la canción y tuvo un impacto importante en la gente. Es decir: 3.500 tipos cantando tu tema [sic] es algo interesante. Y luego a alguien se le ocurrió la idea de grabar “Loco” y para mí grabarlo por grabarlo no tenía mucho sentido. Si yo hubiera querido hacer eso lo hubiese hecho hace mucho tiempo. Pero nunca me interesó hacerlo porque los regresos y las vueltas en la música me suenan a curro. “Volvemos”, “nos juntamos de nuevo”... Mentiras: se cagaron a trompadas y luego se juntan de nuevo para ganar plata, la música es secundaria en esos planes. Me negué, durante 40 años me negué.

“Loco” es un tema emblemático tuyo aunque la compuso Charly...
“Loco” es una grabación mía con Serú Girán que hicimos en 1978 [Billy Bond & The Jets]. Luego Charly la empezó a tocar en vivo pero nunca la grabó. Y por eso Charly me invitó a hacer esto en vivo. No me interesa la idea de volver con La Pesada pero esto me sedujo porque estaba Charly en el medio, y el motivo de la grabación finalmente me lo dio Alejandro Medina y la posibilidad de ayudarlo.

¿En qué consiste la ayuda?
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Charly García volverá a tocar el martes en el Gran Rex

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Charly en acción. En julio, el músico dio dos recitales en La Plaza de la Música, en Córdoba, con localidades agotadas.
Charly García no para. Luego de los recitales que brindó este año en diferentes escenarios de Buenos Aires, y también en Córdoba, todo indica que el prócer del rock nacional volverá a tocar en el teatro Gran Rex el martes 28 de agosto.

Aunque la noticia aún no fue confirmada por la producción (NdR: Show Confirmado), desde el entorno de Charly dejaron trascender que el recital de la semana que viene seguiría en la misma línea de los shows denominados La Torre de Tesla, con pocos cambios en relación a la lista de temas, pero a diferencia de los anteriores, con "un lujo de invitados".

El foco estará puesto en la idea de seguir compartiendo algunas canciones de Random -el álbum que García lanzó en febrero de 2017, con el cual ganó el premio Gardel de Oro-, como Lluvia, Rivalidad y La máquina de ser feliz, entre otras, y hacer sonar sus innumerables y eternos clásicos.

García, de 66 años, tuvo un paso exitoso por Córdoba en julio pasado: dio dos shows en La Plaza de la Música con entradas agotadas para presentar su espectáculo La Torre de Tesla. Vale aclarar que este 2018 sigue siendo uno de los más fructíferos años del músico, en comparación a los últimos tiempos, en cuanto a su salud y presentaciones en vivo.

Dando cuenta de una notoria mejoría, el hombre del bigote bicolor mantuvo durante este año una gran actividad, que incluyó su presentación en el teatro Coliseo el 15 de febrero, su paso por el escenario del Teatro Vorterix, como invitado de Turf, y un par de apariciones junto al ingeniero de sonido de The Beatles, Geoff Emerick, y a Alejandro Lerner. Además de su impecable presentación en el Gran Rex, el lunes 30 de abril, y sus dos shows en Córdoba, García tuvo un encuentro muy especial con Diego Armando Maradona a principios de agosto.

Ahora, todo va viento en popa para una nueva salida a escena de Charly, quien durante sus últimos recitales se mostró en buena forma al mando de sets sin interrupciones donde repasó -además de algunas canciones de Random-, parte de su historia con Sui Generis (con el tema Instituciones), Serú Girán (con No llores por mí Argentina) y varias etapas de su camino solista.

En la sala de la avenida Corrientes, García volvería a ser acompañado, como desde hace mucho tiempo, por el 'Zorrito' Fabián Quintiero en teclados, Kiuge Hayashida en guitarras, Toño Silva en batería, Carlos González en bajo y Rosario Ortega en voz.

Y una vez más, todo hace suponer que las entradas se agotarán en unos pocos minutos, de modo que habrá que estar atentos al anuncio del comienzo de la venta de localidades.

NdR: Venta de entradas desde mañana 24/08 a las 10:00hs en la página de Ticketek o en la puerta del Teatro por orden de llegada y hasta 4 por persona.
Precios:
- Platea platino - $2200 + $265*
- Platea oro - $2100 + $250*
- Platea plata - $1950 + $235*
- Platea bronce - $1800 + $215*
- Platea bronce lateral - $1750 + $210*
- Super pullman fila 1 a 5 - $1950 + $235*
- Super pullman fila 6 a 10 - $1750 + $210*
- Pullman fila 1 a 7 - $1550 + $185*
- Pullman fila 8 a 13 - $1350 + $155*
- Pullman fila 14 a 19 - $1100 + $135*
- Pullman fila 20 a 24 - $900 + $110*
- Pullman (solamente fila 25) - $700 + $85*

* Service charge

Por Martín Muti

Fuente: Clarín

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

Charly García, en el Gran Rex: se agotaron las entradas en media hora

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El cantante del oído absoluto volvió a agotar entradas. Ph: Ignacio Sánchez
Nuevamente, como si se tratase de un ritual, las entradas para ver a Charly García y su Torre de Tesla se agotaron hoy en cuestión de minutos -tanto las que se vendían por Internet como las que estaban disponibles en la boletería del Gran Rex, donde tocará el martes. Desde temprano una larga fila coronaba las puertas del teatro ubicado en la calle Corrientes. Algo parecido pasó en abril cuando llenó la misma sala y la gente demostró su devoción por el músico.

Esta nueva fecha de Charly se anunció ayer y los tickets se pusieron a la venta hoy, a las 10. Los fanáticos sabían que tenían poco tiempo para conseguir un lugar y así poder ver al dueño del oído absoluto. Alrededor de 3000 personas corrieron con la suerte de poder comprar entradas para este show. Desde que García tomó la decisión de volver a los escenarios para, además de presentar su último y reconocido disco Random, hacer un viaje a lo largo de su carrera musical, apareció este modus operandi. Los shows se anuncian con horas de anticipación, las entradas vuelan, los fans se enojan porque quedaron afuera y así en cada fecha. En lo que va del año, ésta es la quinta vez que Charly toca en vivo y es la quinta vez que las entradas se agotan en minutos.


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Charly García, a solas con Rodolfo Barili

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Charly García regresará a los escenarios con un nuevo show en el Gran Rex, donde tocará frente a cientos de fanáticos los temas de su último disco Random. En una charla a solas con Rodolfo Barili, el ex Sui Generis habló de su carrera, de la política y de su relación con otros ídolos de la música.

"Estoy muy bien, motivado con tocar y todas esas cosas. Es lo que hice casi toda mi vida", dijo Charly al hablar de su regreso, al mismo tiempo que aseguró que ahora es "más crítico" con el mismo. Al comienzo de la charla, al hablar de su relación con otros músicos, el músico recordó especialmente a Gustavo Cerati y a Luis Alberto Spinetta. “Con el Flaco fue increíble, siempre nos quisimos muchísimo. La gente pensaba que estábamos peleados (...) Realmente fue un placer tan grande estar con él. Fue uno de los más grandes ”, sostuvo.
Entrevista completa
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Charly se presenta en Rosario

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Para alegría de sus fans, Charly García volverá a cantar en Rosario, donde estará presentando su espectáculo, "La torre de Tesla". El show tendrá lugar el próximo 5 de septiembre en el hangar de la exRural (donde se montó el espectáculo de "Sep7imo Día" del Cirque Du Soleil).
Después de un fuerte rumor en las redes sociales, el artista confirmó su nueva presentación en el Gran Rex, el martes 28 de agosto, y anunció que el 5 de septiembre se reencontrará con el público rosarino.
Las entradas estarán a la venta desde el próximo martes, a las 10, en la pilchería Alcohol, de Mitre 868, y en el local Rosario Rock, en el primer piso de Palace Garden. También se puede adquirir en TuEntrada.com

En el espectáculo del próximo 28 de agosto en el gran Rex, el músico estará acompañado por una gran banda formada por el Zorrito Fabián Quintiero en teclados, Kiuje Hayashida en guitarras, Toño Silva en batería, Carlos González en bajo y Rosario Ortega en voz, por lo que se especual que en la presnetación de Rosario la banda sería la misma.

Charly Garcia - Teatro Coliseo (completo)
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De tanto darte amor, te hice feliz

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Charly García emocionó a un Gran Rex colmado, con un concierto antológico! Canciones de todas las épocas, su voz cada vez más clara, su risa y las bromas con el público, tuvieron como premio también a un invitado estrella: David Lebón.

Habrá que agradecerle a Tesla, ese inventor que murió en la pobreza - quería dar electricidad a todo el mundo sin cobrar- porque ha inspirado una serie de recitales en donde Charly García cada vez está mejor e inspirado. Ahora ha sumado a su nombre artístico el apellido Lange, de su padre Jaime - un físico/matemático - que además de poseer la primer marmolería de Buenos Aires, también fue profesor y el gran maestro inspirador del joven Carlitos, para que su camino se incline a la música. Y todo este homenaje en llevar bien alto el apellido paterno, parece sintetizar en este momento de la carrera de Charly, un reencuentro con sus orígenes, su pasado, su presente y su futuro.


A 20 años de la edición del disco que grabó en Miami, el Bicolor inicia el show con un potente riff de guitarra de Kiuge Hashashida y marca que esto es: ¨El aguante¨ coreado de principio a fin por los nuevos aliados, ¨Los millenials¨ esos jovencitos que han nacido a fines de los 90s y entrados los 2000s y si bien es un disco menospreciado en su carrera - urgente revisión completa, de este álbum que también tiene gemas como ¨Kill my mother¨ o la muy sui generis ¨Pedro trabaja en el cine¨- impacta el coro general de las 3300 almas que colmaron la sala.

El pasado más lejano vuelve con ¨Instituciones¨ de Sui Generis, los teclados de Fabian Von Quintiero se entrelazan a los de Charly y luego de la segunda ovación, llega ¨No soy un extraño¨. ¨Desprejuiciados son los que vendrán y los que están ya no me importan más. Los carceleros de la humanidad no me atraparan dos veces con la misma red¨ dice la canción compuesta en 1983 y que se sostiene vigente con los cambios de conciencia para las mujeres y la ley para que en algún momento el aborto sea seguro, legal y gratuito - vigencia que le dicen- o como cuando en aquellas épocas le gustaba cambiar las letras en pleno recital, se anima con un: ¨Enciendo un porro - la letra dice faso- para despistar¨ genial!

- Hoy es el día en que muere el Rock-
La humorada de Garcia, sirve para descubrir un nuevo comienzo de. ¨Cerca de la Revolución¨ con un golpe de batería - Toño siempre firme, siempre el golpe exacto- más los teclados aporreados con fiereza y el paso al riff histórico de guitarra de un Kiuge que cada vez está tomando más vuelo propio - como antes de la llegada del enorme García Lopez a la banda, cuya figura histórica era muy pesada- ahora ya con la responsabilidad de todo el trabajo con las violas, el músico chileno se lucirá en varios temas. Arengando a la platea en el estribillo del riff, Charly reclama: ¨ Vamos que esto no es cumbia¨ y el oh, oh, oh se multiplica mientras las imágenes de las pantallas de LED detrás de los músicos devuelve parte del film: ¨Tarántula¨.

¿Quién tiene la máquina de ser feliz? La pregunta obvia: Charly. Todo el mundo canta el single del disco ¨Random¨ con Kubrick y su odisea del espacio, quizás la felicidad no está en la tierra, quizás está en las estrellas, habrá que seguir leyendo entrelineas, Garcia siempre tira data, pero no la hace fácil. Mientas Fabian Von Quintiero maneja los sintetizadores con destreza, Rosario Ortega se suma con un coro angelical, - es notable su participación en Random- y esta versión es quizás sublime - la mejor que he escuchado, hasta ahora-, brillante.

Thank you, Argentina. De nada, peor sería Guns N Roses. Con ese nombre loco, Pistolas y Rosas. Y ese pelo, Dios mío. Hay que parar esta invasión desmesurada, tipo trap pero al revés¨ bromeó con la platea, ante la risas de todos. A continuación presenta: ¨King Kong¨ la historia eterna de un amor imposible y la canta con tanta claridad que conmueve. ¨Ey no me mires desde el puente, Ey ya volverás a mí¨ suena en el aire y Kiuge le saca chispas a su guitarra con un gran solo. Sin dudas una de las mejores canciones del disco ¨Kill Gil¨ - sería hermoso si alguna vez lees esto Carlos, que vuelvas a darle una oportunidad a una perla como:¨Pastillas¨- una simple sugerencia de fan.

- Ya ves, amantes otra vez-
Con Charly hay también una relación de amantes entre él y su público, por un par de horas, ambos se entregan a un amor como no hay otro igual, luego cada uno volvemos a nuestras vidas y nada mejor para retratarlo que con: ¨Lluvia¨ quizás la canción mas FM del disco ¨Random¨ que ha llegado a impactar a fans y a no fans. El bajo -exquisito- de Carlos Gonzales Vazquez mantiene el swing de la melodía, haciendo base con Silva desde una batería tranquila. Rosario se vuelve a lucir en el contrapunto de voces con Charly- ambos cantan también zapando ¨I singing in the rain¨, se entienden de memoria y sin dudas es otro momento esperado por todos, por lo que reciben un gran aplauso de parte de todo el teatro.

¨Esta canción se la dedico a Pete Thowsend¨ así declara García su admiración por el lider del grupo inglés ¨The Who¨ y la banda rockea con la fuerza potente de Toño marcando el compás de. ¨Believe¨ y se cumple otro sueño de este cronista, poder escuchar en vivo este excelente rock and roll en inglés- daban ganas de salir a bailar - aunque los millenials, este tema no lo cantaron mucho- .

¨Un brindis por el ¨Flaco¨ Spinetta. La gente decía que nos odiábamos, pero al final entendieron, nó? El riff inconfundible de Kiuge en la guitarra, los teclados de Fabian, levantan la temperatura y todo el Rex, es una sola voz: ¨Rezo por vos¨ se canta, hasta quedarse afónico y el oh,oh,oh se corea  hasta morir, emoción!

Una lágrima de mercurio anuncia que llega: ¨Fax you¨ and your telephone grita Charly para hacer el himno que divide en dos a la ópera ¨La hija de la lágrima¨. Sí esa lágrima que se enamora del mundo exterior, pero sufre y odia por un des-amor, por eso y a título personal, -quizás algo a corregir por Rosario, en cuanto a la vocalización del ¨Fuck You¨, debe hacerlo con fuerza, actitud y bronca- algo que seguirá así mientras ¨el boss¨ no se lo marque, en una buena versión, pero que no logró superar a la que hizo hace 5 años en el Teatro Colón.

¨Otro¨ es justamente otro de los Rocks, donde vuelta alto Kiuge con el riff de guitarra y hay un duelo de teclados entre Charly y Von Quintiero, acá el Ídolo vuelve a cambiar la letra -¨Yo quería ser fascista ( pero no lo logré ) cambiando el pero no me fue bien original- genial como en las viejas épocas.
El Gran Rex se convierte en una disco. la cadencia juguetona y pop de: ¨Reloj de plastilina¨ invita a bailar y cantar. ¨Nadie pudo ver que el tiempo era una herida, lastima nacer y no salir con vida¨ y esa constante en la vida de Say No More, el juego entre la vida y la muerte, hoy por hoy más cerca de la tierra, del amor que de las tristezas, y en buena hora!

 - Este tema se lo hice a mi vecina-
¨I am so happy, to be here in argentina¨ vuelve a bromear en inglés Charly, la banda se apura y arrancan con ¨Rivalidad¨ - muy atenta Rosario para arrancar con la letra, al parecer Bigote se perdió- y al unirse nuevamente ambos, el cantante grita: ¨Dios, bendiga la Rivalidad¨ , aquí escuchamos a una banda jugar a tocar música, en perfecta sincronía, -muy agradable el swing de kiuge tocando wah wah- con un predominio de ambos teclados, notable- mientras las pantallas devuelven a un joven Robert De Niro en el film ¨Toro salvaje¨, excelente!

Uno de los temas históricos e infaltables en cualquier concierto de Garcia, es precisamente ¨Yendo de la cama al living¨ la gente lo espera, lo canta, lo goza y desde 1982 con el inicio de su carrera en solitario, el bicolor sentó las bases de una canción que marcó a fuego la forma de hacer pop en Argentina!

Algo en broma, algo en serio desde aquel lejano 2006 que Charly ha grabado muchas tomas de: ¨In the city that never sleeps¨ y está profundamente inspirado en su otra ciudad adorada: New York. Es increíble como toda su obra, retrata en tiempo real sus momentos, antes del colapso de Mendoza, él un hombre solitario por aquella ciudad, en la que duerme solo, pero nadie duerme. Y como bien dijo, la gente que nunca duerme es más real. Pero volviendo a la canción, parece ser esta versión la que más ha quedado redonda, como la definitiva de ¨El día que apagaron la luz¨ del disco 60x60 que sin dudas es la mejor jamás grabada.

Hitchcock, Psicosis y un arranque en falso, para ¨Asesiname¨. ¨Músicos independientes. Nada, es que nadie me mandó, como se dice ahora? Una carta documento¨ risas pero también el reto, para la banda que arrancó sin su consentimiento con este himno del des-amor y ahora otra vez, a sufrir con la historia de quien se transformó en un souvenir y ya no quiere vivir. La banda se luce, el Ídolo la canta con mucho sentimiento y eriza la piel con. ¨Es sólo Rock and Roll, pero ya es mucho para vos, Asesiname!¨ Kiuge planea con su guitarra sobre la melodía, Rosario acompaña y Carlos enfatiza el: ¨No aguanto más estar, aquí¨ mientras todos cantan el love, love final, hermoso!

¨Es muy fuerte cantar, estas cosas¨ y vuelve a golpear al corazón con: ¨Cuchillos¨- gran trabajo en piano de Charly- el homenaje a Mercedes desde las imágenes, su mentora, amiga, novia, colega, con quien tuvo esa comunión única incluso para grabar un disco juntos como el extraordinario. ¨Alta fidelidad¨, increíble ese falso final ¨Mercedes es presidente, como mínimo¨, hay una genuina y total emoción!

-Quiero invitar a un compañero de ruta, un gran amigo mío-
Se vino abajo el teatro, piso el escenario David Lebón y pasó lo impensado. Dos hits enormes que Charly toca poco: ¨No llores por mí, Argentina¨  -inclusive con Bigote cantando la estrofa stone: ¨I know. It s only rock and roll but I liked it¨ y la increíble ¨Peperina¨- impresionante como se movía el piso del teatro en el famoso ¨Trabaja en los recitales, del estribillo¨ que realmente hizo lagrimear a más de uno, porque hace muchos años no la toca y una versión con los punteos fabulosos del ¨Ruso¨ que son para enmarcar en un cuadro. Fue un momento antológico, cualquier precio que se haya pagado por una entrada, estuvo saldado con esta mini reunión de dos ex Serú y el público gritando por el grupo, quién sueña que a lo mejor se hace realidad que vuelvan a estar juntos con Pedro.

¿Cómo seguir después de esto? Cantando una fenomenal version de: ¨Influencia¨ - ese himno que se apropió de Todd Rundgren¨ con una hermosa candidez en la voz, mientras Rosario lo cuidaba en los coros, además de un nuevo arreglo en la base de la melodía, muy bello!

Hit tras hit, llega ¨Promesas sobre el bidet¨ -una canción que tiene su historia- mientras el Gran Rex, tiene una bola de espejos brindando atmósfera al público y con Rosario llevando adelante la canción - con mucho protagonismo-  en buena versión. Y para cerrar con esta primera parte, el Charly más auto referencial nos sigue diciendo que aún a sus casi 67 años, sigue ¨Demoliendo Hoteles¨ y se cierra el telón.

 -Every where I go, I see her face on the ground-
¨Monitoreo, bueno abrí el telón¨ - como en los viejos buenos tiempos Charly regresa con esta versión más melódica con toda la banda de: ¨Los Dinosaurios¨ - muy buen solo de Kiuge- que siempre, pero siempre eriza la piel, hoy más que nunca, ante todo lo negativo que hay en la realidad, la súplica merece ser cantada una vez más, por el pasado y por el futuro también. Una de sus canciones favoritas de todos los tiempos es: ¨Pasajera en trance¨ - un avión descola desde tierra en las pantallas- y la banda se luce con una gran versión, donde Rosario vuelve a tomar protagonismo con su voz, - como en la anterior - y cantando muy bien, aplausos.

Si en el anterior Gran Rex del 30 de Abril, el concierto terminó de una forma abrupta, esta noche será todo lo contrario. Como en el tunel del tiempo, Garcia vuelve a 1989,  a aquellos shows presentación del disco: ¨Como conseguir chicas¨ que cerraban con el único tema en inglés de esa placa: ¨Shiyastawaman¨ - dedicado a su pareja de entonces, Zoca- en un especie de viaje melódico - hermosos los teclados de Carlos y Fabian, liderando las armonías-, para retratar a la chica de los sueños - para él- y es muy probable que este haya sido el mejor cierre para un concierto fantástico , un final - para ultra fans-  aquellos que vivieron esos shows en vivo y todos los que vinimos después que hemos gastado las cintas de los viejos VHS viendo esas imágenes de un Charly vestido de blanco dejando a la multitud en llamas. Como ayer, como hoy, el Bigote Bicolor se levantó solo de su asiento y se despidió, con la banda a telón cerrado terminando la canción. Un show que lo recordaremos por siempre en el cual tendré que inventar un nuevo sistema de puntuación, por esta vez el ( 10 puntos ) quedó corto: ¨chau, gracias hasta la próxima¨, nos dijo papá!

Nuestra calificación. ( 5 ) Diamantes.

Por Gustavo Pose

Fuente: Tu corazón de marquesina 

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

Charly García volvió para celebrar, pero su salud impidió un mejor final

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Por sus problemas de salud, Charly García tuvo que cancelar el show de anoche en la exRural.  Ph: Virginia Benedetto
Charly volvió a tocar a Rosario después de cinco años y lo que se vio anoche en el ex predio de La Rural fue el mejor show que pudo hacer. Porque las 4.000 personas que colmaron el hangar del Parque Independencia fueron a ver a García y su circunstancia. Hizo sólo 14 temas, que comparado con los 25 que tocó en Córdoba y en el Gran Rex tienen sabor a poco, es cierto. Pero es lo que hay, demasiado que pudo brillar lo que brilló en la hora y monedas del recital. La producción del show confirmó que a Charly le subió la presión y los médicos decidieron preservar su salud. Larga vida a Charly García.

El show arrancó con "El aguante". Era una suerte de convocatoria a la resistencia, en el sentido más metafórico y militante, si se quiere, pero también literal. "Olelé, olalá, si este no es el aguante, el aguante donde está", diría la gente cuando Charly amagaba que iba a volver y no volvería más.

El recital tuvo interrupciones, pero al igual que los romances de verano: fue hermoso mientras duró. Porque entre los 14 temas interpretados (según la producción sólo faltaban cuatro), fue una felicidad enorme volver a escuchar algunas perlitas. Como el caso de "Instituciones", justo en el día que se cumplían 43 años de aquel memorable "Adiós Sui Generis" del 5 de septiembre de 1975 en el Luna Park.

Después fue el turno de "No soy un extraño". Ahí empezaba ese reencuentro con amigos en un fogón. Porque Charly lo interpretó demasiado bien para su presente, los agudos sonaron dignos y el disfrute estaba cerca. Después de agradecer de un modo algo confuso la designación de visitante distinguido, que la nombró como "ciudadano ilustre", llegó "Cerca de la revolución". Fiesta.

Luego de "La máquina de ser feliz" vino "King Kong", con video en blanco y negro de la mítica película original, y cayó el telón. Fue la primera interrupción. Antes había amagado con que iba a hacer "un break de dos horas y media" y no sonó tan a chiste.

Para la vuelta, ya con Rosario Ortega sentada al lado porque por momentos el cuerpo de Charly se inclinaba involuntariamente lejos del micrófono, llegaría "Lluvia", lejos el mejor tema de "Random", su último disco.

Hubo otra pausa más y con el telón caído empezaron las dudas de la gente. Pero fue todo medido. Se sabía que eso podía pasar. Hubo un par de temas en inglés: "Believe" e "In the City" y hasta una zapada de "Una ayudita de mis amigos", de Los Beatles.

Entre los buenos momentos hay que destacar también "Yendo de la cama al living", aunque se extrañó la sincronía de Fernando Lupano, Fernando Samalea, El Negro García López y el Zorrito Von Quintiero, único sobreviviente de aquella legión que secundó a Charly en otros tiempos.

Llegó "Cuchillos", con una ovacionada Negra Sosa en la pantalla gigante, y "No llores por mi, Argentina", con la gente en llamas, que no tardó en cantar "unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode", que se sumó al clásico cántico "Mauricio Macri, la puta que te parió", que sonó encendido en varias oportunidades.

Luego del telón y una larga espera, Charly volvió para hacer "Shisyastawuman". Cayó la cortina tan temida por última vez y no se levantó nunca más. Giuliano, de 10 años, que fue a ver el primer show de rock de su vida acompañado de su papá, dijo "me encantó igual", mientras lucía su remera de Say No More.

García no regresó al escenario. "Los médicos le sugirieron no seguir cantando después del primer break", dijo la producción, y lo cierto fue que García decidió continuar. Hasta que el cuerpo le pidió una pausa. "Yo tengo una emoción zarpada por verlo a Charly por primera vez, ya estoy hecho", dijo Guille, de 31 años, a la salida del show.

Charly sigue siendo uno de los últimos sobrevivientes del gran rock argentino que supimos conseguir. Y hay una certeza clarísima: aunque toque un rato, 14 temas o toda una noche, sus canciones son eternas.

Por Virginia Benedetto

Fuente: La Capital

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

Veinte años de 'El Aguante': Viaje al comienzo de la noche

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Odisea en el tiempo. La grabación de 'El aguante' insumió decenas de horas de estudio, durante las cuales Charly grababa permanentemente. Foto: Andy Cherniavsky.
A finales de 1998, Charly García publicaba una obra que sintetizó su inmersión en el caos y le dio mayor consistencia a la dialéctica de Say No More. Crónica de una gesta con lucidez, improvisación y engaños bienintencionados.


“Hay una frase que es muy argentina y que para mí es lo menos, esa de que hay que dar examen todos los días –les decía Charly García a dos cronistas televisivos a fines de 1996–. No solo es absurdo, es fascista. Uno no tiene que dar examen todos los días, pero es un poco así. Están esperando cada cosa que hacés para ver cuándo te equivocás”.

Si contamos los trabajos en colaboración con Pedro Aznar, el regreso de Serú Girán, la banda sonora de Funes, un gran amor y Hello!, el concierto para el ciclo MTV Unplugged, García llevaba diez discos publicados en los primeros seis años de la década del 90. Así que no faltaron oportunidades a sus cuestionadores. De la secuela con Aznar se dijo que era en gran parte “descartable”; de la reaparición de Serú que era “insostenible” y de La hija de la lágrima que era una “confusa pretensión”.

Pero el opus dramático de La hija… había iniciado una transformación inadvertida para los que esperaban otro Filosofía barata y zapatos de goma (1990). Era el principio de la deconstrucción del hymn maker y el inicio de una búsqueda del riesgo que llevaría a Charly a las puertas del abismo emocional y artístico a fines de la década siguiente. Fue la apertura de lo que podríamos llamar –a tono con la esencia sacrílega de Say No More– la era jazzera de Charly: el momento en que la composición se trasladó a la improvisación, lo conciso a lo difuso y lo perenne a lo efímero. Un detalle lo confirma: la imagen de Miles Davis, maestro de la grabación sin red, en la casa-estudio de la calle Fitz Roy, visible en el documental Existir sin vos, de Alejandro Chomski. No es casual que justo entonces Charly se inclinara por la espontaneidad y el cut & paste para amalgamar obras donde los hits eran la anomalía.

1996 es también el año del revolucionario Say No More, el álbum más solista de García desde Yendo de la cama al living; un soliloquio de grabaciones de baja fidelidad, sampleos, conversaciones telefónicas y elementos dispersos que desorientó al público y la crítica. El disco inauguró una conducta artística cuyos principios fueron producción permanente, grabación constante, y que radicalizaba aquella máxima que Charly acunó con el ingeniero Mario Breuer: “El demo es el disco, el disco es el demo”.

Entre quienes vieron virtud en el nuevo García estaba Mario Serra. “Say No More me parecía fantástico, porque había empezado a cambiar todo”, dice hoy ante Billboard. El exbaterista de Virus se transformó en la primera incorporación de la nueva banda de García, que se completaría con los hermanos Érica y Ulises Di Salvo en violín y chelo, la saxofonista Mariela Chintalo, el bajista y tecladista Diego Dubarry, el percusionista Gabriel Said y la mano derecha musical del líder, la guitarrista María Gabriela Epumer.

Ahora es enero de 1997. Mercedes Sosa invita a Charly al Festival de Folklore de Cosquín, lo que significaría la primera aparición de un artista de rock en la Plaza Próspero Molina. La propuesta despertó un debate nacional. ¿Respetaría García la noble tradición o llevaría al público folklorista al espanto mediante alguno de sus desplantes? Un día antes del recital, Charly estaba en Buenos Aires y nadie sabía si subiría a escena. “Al cierre de esta edición, muchos jóvenes llenaban el lugar mientras se esperaba que en cualquier momento comenzara el discutido show”, escribió el cronista de La Nación el 27 de enero. Promediando su set, Sosa se dispuso a cantar “Rezo por vos”. Durante el estribillo, vestido con jeans, una remera con la inscripción “Say No More” y un saco floreado, apareció García. Se sentó al piano e interpretó “Inconsciente colectivo”, “De mí” y el Himno Nacional Argentino. A pesar de las expectativas, Charly no se equivocó ni desató su furia por unos problemas técnicos que se parecieron bastante a un sabotaje. Al día siguiente, el mismo diario decía que Sosa y García “cerraron la discusión” en una “noche memorable”. Más tarde ese año, Charly y Mercedes grabarán Alta fidelidad.
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Crónica de una noche brillante

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Charly García, en la presentación de la serie que se realizó ayer, martes, en el Hotel Faena. (Ph: Martin Bonetto)
Charly García muestra su naturaleza por National Geographic. A eso de las 20.30 de hoy, martes, reconoce su propia imagen congelada en las pantallas del Library Lounge del Faena Hotel y se siente temblar. Una hora antes, en este selecto salón de la planta baja en Martha Salotti 445 (Puerto Madero), inició la presentación del docu-reality sobre Charly para el ciclo Bios. Vidas que marcaron la tuya, que se estrenará el domingo 11 de noviembre a las 22 por National Geographic.

¿Qué ve Charly cuando se ve en las imágenes exclusivas para este documental, producido por Underground? ¿Qué siente al piano de cola, entre el público selecto -y algunos amigos- entre las luces sobre las pesadas cortinas rojas del Faena Hotel? La respuesta será siempre la música, tras haberse visto a sí mismo: Dinosaurios, Demoliendo hoteles, Promesas sobre el bidet, Fanky y Rezo por vos.

Habrá juegos al piano, improvisaciones, leves acoples y aplausos. Y hubo coros unánimes, a las 19.30, cuando Charly aún no había aparecido al piano pero su rostro flotaba en las pantallas de National Geographic. ¿Cómo será este docu-reality de dos horas que se verá el 11 (y se replicará por la App de NatGeo)? La compositora, acordeonista y cantante mexicana Julieta Venegas será “la exploradora”, como la llaman en NatGeo, en el episodio García de Bios. Vidas que marcaron la tuya, el primero de este tipo en la señal. Luego llegarán el del también mexicano Alex Lora, y, el 25, el de Gustavo Cerati.

“Soy una fan total Charly y es indispensable para mí. Verlo en la pantalla y en la vida real siempre me emociona”, le cuenta Venegas a Clarín. “Nuestro encuentro fue muy fluido. Como soy fan de él, hubo cosas que intuía y que aparecieron naturalmente en nuestro diálogo en cámara”, desliza. Charly hablará en primera persona, pero también puede ser considerado un co-productor: junto a su familia ayudó a ordenar el material de archivo, inédito o no, “y ofreció revelaciones sobre su vida y su obra”.

Lo dice Sebastián Ortega, el Director de Underground Producciones. Aquí en el Faena hay un clan de Ortegas: Palito (el amigo rescatador de García), Rosario (la corista en vivo y en estudio). Y apenas comenzó la presentación del programa entraron al salón Hilda Lizarazu, Billy Bond, el baterista Willy Iturri, y hasta Claudio Paul Caniggia, que miró desde un costado. ¿Será fan de García, él, también?
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Charly abre el ciclo BIOS de Nat Geo

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Una de las leyendas vivientes de nuestro amado rock nacional, el maestro Charly Garcia, llega el próximo domingo 11 de noviembre con, “Bios, Vidas que marcaron la tuya”, el primer especial que nos desvela la vida del legendario músico, y que abre este nuevo ciclo por NatGeo.

National Geographic anunció el estreno de la primera biografía autorizada del legendario músico argentino Charly García, uno de los cuatro artistas retratados en “BIOS, Vidas que marcaron la tuya”, la nueva serie docu-reality  producida junto a Underground, y que también retratará la vida y obra de los músicos: Gustavo Cerati y Alex Lora.

El episodio de 2 horas dedicado a Charly García está conducido por la cantante mexicana Julieta Venegas, y cuenta con una colaboración invaluable del músico, delante y detrás de cámara, testimonios inéditos y un acceso exclusivo a grabaciones nunca antes vistas.

Se trata de un retrato original de National Geographic sobre el genio musical argentino, quien ofreció su experiencia personal y participación en la producción para ordenar el material de archivo existente y compartir parte de su intimidad para revelar detalles sobre su vida y obra.

En el documental se podrá ver cómo Julieta revisa junto a Charly la primera etapa de su carrera como músico, partiendo desde la formación de Sui Generis hasta la separación de Serú Girán, el nacimiento de su carrera solista con el disco “Yendo de la cama al living”, su consagración con Clics Modernos y sus momentos más díficiles.

Pedro Aznar, León Gieco, David Lebón, Billy Bond, Juanse, Palito Ortega, Rosario Ortega, Willy Iturri, José Luis Fernández, Roque de Pietro, Joe Blaney entre otros reconocidos testigos, especialistas y cómplices recorren la historia de Charly García, el músico que reinventó la música en castellano y creó la figura de estrella de rock en Latinoamérica, dejando su marca en generaciones de todo el continente.

Charly adelanto en exclusiva este evento el pasado martes 30 de octubre, en el Library Lounge del Faena Hotel, ante un selecto publico, Garcia inició la presentación del docu-reality sobre su vida para el ciclo “Bios, Vidas que marcaron la tuya”, con un show musical.

-Estreno domingo 11 de noviembre: 8 PM PE / 9 PM COL / 10 PM ARG-CHI.
-Repetición: domingo 18 de noviembre: 9 PM MEX.

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

Los mejores momentos del documental de Nat Geo

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El documental del ex Serú Girán abrió la serie que continuará con episodios de Gustavo Cerati y Alex Lora de El Tri
Anoche, NatGeo estrenó su especial de BIOS: Vidas que marcaron la tuya dedicado a Charly García. A lo largo de dos episodios consecutivos de una hora, el documental dirigido por Leandro López repasó la carrera artística del autor de "Los dinosaurios", con Julieta Venegas como conductora y eventual entrevistadora del propio García en varios pasajes, imágenes de archivo e intervenciones de sus colaboradores en diversos momentos de su obra, que va de Sui Generis y La máquina de hacer pájaros a Seru Giran y sus diversas etapas como solista.

Hubo un tiempo que fue hermoso
El recorrido biográfico empieza, claro, por Sui Generis. "A Nito lo conocí en el colegio militar, estaba en un grupo que se llamaba The Century Indignation. Lo escuché cantar y le dije 'Vení para acá, vamos a hacer un grupo que se llame Sui Generis'", le cuenta Charly a Venegas. La acción luego se remonta al Club Italiano, en el que Daniel Bernareggi, primer bajista del grupo, hace escuchar el acetato de su primera prueba para RCA Víctor, con dos canciones inéditas: "Marina" y Grita". Charly luego cuenta la historia detrás de "Canción para mi muerte", que incluye una estadía en el Hospital Militar, un frasco de pastillas de anfetaminas y el sentarse a escribir para canalizar tanta hiperactividad.
  
No te dejes desanimar
Finalizada la experiencia con Sui Generis, el relato sigue con el viraje progresivo de La máquina de hacer pájaros, a quien Charly define como "música popular" en una entrevista de época. El bajista José Luis Fernández detalla que el proyecto llega a su fin por propia voluntad de Charly, algo que el propio García confirma y amplía a los pocos minutos: "Los otros chicos de La máquina estaban medio podridos de los carteles que decían 'Charly García y La máquina de hacer pájaros'. Fuimos a un club, saqué el cartel y puse 'La máquina SIN Charly García', me llevé una botella de whisky y le dije a los demás 'Chau, chicos. Hasta luego'".

No llores por mí, Argentina
El segmento dedicado a Serú Girán se centra en la incomprensión que sus propios integrantes sienten que tuvieron que padecer. "La expectativa era que eso explotara, que la gente se cayera de espaldas. Los que nos caímos de espaldas fuimos nosotros por la frialdad con la que nos recibieron", dice Pedro Aznar sobre el debut en Obras del grupo bajo una lluvia de pilas por parte de los espectadores. La cosa repunta en la presentación de La grasa de las capitales en el auditorio Kraft, con un escenario plagado de llamaradas y Charly extático alzando en cueros su mini Moog, con una reflexión final: "De tanto darle, la hicimos".

No soy un extraño
El comienzo de la carrera solista de Charly tiene su punto fuerte en Clics modernos. El episodio de Bios narra cómo García y Aznar viajaron a Nueva York con la intención de grabar en los estudios Electric Lady y terminaron eligiendo a Joe Blaney como ingeniero al ver que había trabajado con The Clash. Se hace foco en el descubrimiento de las cajas de ritmos y el sampler Emulator, que Charly inmortalizó en "Nos siguen pegando abajo (pecado mortal"). En las imágenes de su presentación en el Luna Park en 1983, introduce sus nuevos juguetes al público: "Miren lo que hago con mi amiga", dice antes de darle comienzo a la secuencia programada de "Dos cero uno (transas)".

La sal no sala
El crecimiento de la carrera solista de Charly se repasa de manera vertiginosa, con imágenes de shows y tras bambalinas, cada vez ante mayores convocatorias ("Desde La máquina, que toqué en ácido y Cutaia parecía mi tía que no experimenté una cosa igual", se lo ve decir tras bajarse del escenario en 1989). Un video inédito de un ensayo de 1994 antecede a la grabación de La hija de la lágrima, y lo tirante que fue el registro de su unplugged para MTV, en el que pidió un intervalo para ir al baño y desapareció por más de media hora.


Me tiré por vos
La creación del concepto Say No More y su máxima "mi capricho es ley" muestra shows erráticos en el teatro Ópera y un episodio clave de esta etapa. En marzo de 2000, García viajó a Mendoza para presentarse junto a Mercedes Sosa en el ciclo Argentina en vivo, y su estadía errática culminó con el músico saltando desde la ventana de su habitación en el noveno piso del hotel Aconcagua a una pileta ubicada en planta baja. "Tenía un solo salto para hacer, era 'ta' o 'paf', y la emboqué. ¿Sabés por qué me tiré? Porque me perseguía la policía. Había un policía abajo. Al final subió y yo le dije '¿Quién te mandó a no estudiar?'", cuenta Charly.

El amor espera
El regreso de Sui Generis en Boca Juniors muestra a un Charly desaforado queriendo buscar pelea en su propio camarín. El derrotero culmina con las imágenes de García atado boca abajo en una camilla en Mendoza, una postal lúgubre que sirve de antesala a su recuperación en la quinta Mi Negrita, propiedad de Palito Ortega. "Lo viví lo mejor que pude. Estuve en clínicas varias veces, sé lo que es. Un cuartito así, que te cagan a pedos todo el tiempo, que te dicen que te ponen el chaleco. No tienen idea, estar internado es lo menos", dice Charly desde el presente. El proceso incluye uno de los momentos más desgarradores del documental: desde su internación, Charly demandando un abrazo de Palito con la voz quebrada, después de señalar que se sentía "bajo una presión espantosa" hacía cuarenta días, y una súplica que hiela la sangre: "Loco, ¿va a estar todo bien?".

La máquina de ser feliz
El operativo regreso comienza con un show frente a la Basílica de Luján. Sin escalas en la publicación de Kill Gil, el recorrido culmina en la presentación de La torre de Tesla en el Gran Rex. Charly llega al escenario del teatro acompañado de su asistente personal, y toda duda sobre la fragilidad de su estado actual en las imágenes de la prueba de sonido, en donde demuestra estar al control de todo ("La guitarra es una aguja, está demasiado aguda", "Roger Waters no se bancaría que pase esto"); incluso corrige los errores de ortografía del teleprompter en el que se proyectan sus letras y se ubica en el medio de la platea para ajustar el sonido de la banda. La versión de "Demoliendo hoteles" con la que cierra el concierto le da la razón: su nivel de precisión sigue intacto después de tanto tiempo.

Fuente: La Nación

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

Charly García en NatGeo

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Charly García, cuya historia fue contada por un documental de NatGeo, en el que se repasa su vida musical desde los 60, con Sui Géneris, hasta hoy.

Dentro de una serie de documentales biográficos, NatGeo presentó este fin de semana para Latinoamérica, la primera de varias entregas sobre músicos legendarios, entre los que se cuentan Alex Lora, Gustavo Cerati y Charly García.

La primera fue dedicada al argentino del bigote bicolor con dos episodios seguidos de una hora cada uno, allí se dio cuenta de sus inicios con las bandas de los años setenta: Sui Generis, La máquina de hacer pájaros y Serú Girán; luego se ocupó de mostrar apartes de su accidentada y genial carrera como solista. 

García, de sesenta y siete años, apareció en pantalla sin quitarse nunca los lentes oscuros, blandiendo tranquilo y alegre como un niño, un vaso de whisky junto al piano. Repasó momentos clave de su vida y obra en una conversación con la cantante y fan declarada, Julieta Venegas. A pesar de la dificultad para hablar, en parte causada por los efectos de medicamentos psiquiátricos, fue elocuente y lúcido, siempre dándole un giro humorístico a las preguntas de Venegas: “Soy un freak…a mucha honra: soy zurdo, tengo la mitad del bigote de color blanco y un oído absoluto”, le dijo luego de evocar escenas de la película Freaks (1932) dirigida por Todd Browning que ella confesó no haber visto.

La primera fue dedicada al argentino del bigote bicolor con dos episodios seguidos de una hora cada uno, allí se dio cuenta de sus inicios con las bandas de los años setenta: Sui Generis, La máquina de hacer pájaros y Serú Girán; luego se ocupó de mostrar apartes de su accidentada y genial carrera como solista. 

García, de sesenta y siete años, apareció en pantalla sin quitarse nunca los lentes oscuros, blandiendo tranquilo y alegre como un niño, un vaso de whisky junto al piano. Repasó momentos clave de su vida y obra en una conversación con la cantante y fan declarada, Julieta Venegas. A pesar de la dificultad para hablar, en parte causada por los efectos de medicamentos psiquiátricos, fue elocuente y lúcido, siempre dándole un giro humorístico a las preguntas de Venegas: “Soy un freak…a mucha honra: soy zurdo, tengo la mitad del bigote de color blanco y un oído absoluto”, le dijo luego de evocar escenas de la película Freaks (1932) dirigida por Todd Browning que ella confesó no haber visto.

Freaks (1932) Subtitulada


En la primera parte predominan las imágenes de archivo de los recitales de Sui Generis, que acercaron el rock a un público masivo en Argentina, sobre todo a las mujeres y a la gente adulta. Las asistentes dan testimonio de encontrarse con algo diferente de lo habitual, resaltan la profundidad de las letras y el atractivo desconcierto de escuchar una canción dedicada a la muerte. Charly cuenta en este punto que al ver cantar a Nito Mestre en un grupo del colegio militar llamado The Century Indignation, sólo atinó a decir: “Vení para acá, vamos a hacer un grupo que se llame Sui Generis”. Por su parte León Gieco, el cantautor que recientemente fue invitado a la tarima por Roger Waters en el concierto argentino de su reciente gira; afirmó que la verdadera popularidad del dúo llegó con su despedida en 1975, la legendaria presentación: “Adiós, Sui Generis”, de la que hay un maravilloso registro en audio y video. Allí se puede apreciar la versatilidad de García en los teclados. Un preámbulo de lo que sería su siguiente banda.

Sobre “La máquina de hacer pájaros”, debería hacerse un documental completo, pues se trata de una de las bandas pioneras del rock progresivo en Latinoamérica y de la que hay dos registros, uno con el nombre de la banda donde se pueden apreciar temas cercanos al art rock: “Bubulina”, “Rock” y “Ah, te vi entre las luces”. El segundo se llama de manera irónica “Películas”, dando a entender que era lo único que se podía ver durante la dictadura militar argentina. En este punto, José Luis Fernández, bajista de la banda, admite que era difícil acceder a los conciertos de “La máquina”, debido a la represión de los militares, al punto en que en una ocasión fue golpeado antes de salir a tocar. Por su parte Charly trae a cuento el día en que los abandonó: aprovechó que los demás integrantes estaban molestos por el anuncio a la entrada del local donde se iban a presentar: “Charly García y La máquina de hacer pájaros”. Él escribió sobre el cartel: “Charly García SIN La máquina de hacer pájaros”, agarró una botella de whisky y se fue para continuar dándole rienda suelta a su creatividad.

Uno de los aspectos interesantes que revela el documental es que Serú Girán, considerados por muchos “los beatles argentinos”, no tuvo buena acogida al principio a pesar de tener el peso de una super banda: Pedro Aznar, bajista de jazz, quien posteriormente se uniría a Pat Metheny; David Lebón, guitarrista de Billy Bond and The Jets; Oscar Moro, baterista de Serú Girán y fundador de Los Gatos, una de las bandas pioneras del rock argentino, junto a Litto Nebbia. Su primer disco fue asimilado paulatinamente, a pesar de contar con el himno “Seminaré”. Sin embargo, cuando presentaron el segundo disco “La grasa de las capitales” en el auditorio Kraft en 1979, García y sus compañeros hicieron vibrar a la audiencia y lograron conectarla con su propuesta. En ese punto del documental Charly le cuenta a Julieta Venegas que la dictadura le sirvió para elaborar mejor las metáforas de sus letras y despistar al enemigo. Sobre el tema Mara Favoretto escribió un largo ensayo titulado “Charly en el país de las alegorías” (2014), donde muestra cómo las letras de este periodo mezclan el lenguaje de George Orwell con el de Lewis Carroll, logrando una rebelión contra los códigos semánticos para evitar las palabras prohibidas por el sensor. Un ejemplo es “Canción de Alicia en el país”, cuya letra es una descripción alegórica de la Argentina de la dictadura. 
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Dos miradas sobre el especial de Nat Geo

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El especial de BIOS. Vidas que marcaron la tuya sobre el gran música argentino recibió tantas críticas como aplausos. ¿De qué lado estás?
Al gran genio argentino... ¡Salud!

El especial de Charly García que estrenó National Geographic el domingo pasado –y que se puede ver en la plataforma de Cablevisión Flow– se ocupa de mostrar con mayor cuidado las luces del ídolo argentino que entretenerse en las sombras de una carrera con altibajos.

BIOS. Vidas que marcaron la tuya es celebratorio, fue “autorizado” (el propio Charly recorre y recuerda como puede algunos momentos de su vida), y aunque transmite sobre el final algunos pasajes de cierto dramatismo, el resultado general es una loa a la obra monumental del artista.

Ése es el gran valor del especial: es un recorrido de vida extraordinario de una vida extraordinaria. Pueden conocerse los orígenes de sus bandas gloriosas, su infancia brillante, su etapa solista más genial, las locuras que impregnaron todo, la decisión de cambiar y de estar siempre un paso adelante de la revolución.

Hay voces que acompañan el relato. Lo de Julieta Venegas, para muchos considerado un plus “de exportación” del formato, no le da un valor agregado especial en ese rol de admiradora más que de entrevistadora, pero sí propone cierta complicidad “de artista a artista”. El resultado, en ese sentido, pierde en rigor documental pero gana en emoción.

Después pasan Pedro Aznar, David Lebón, León Gieco y otros músicos o técnicos que han transitado a la par de Charly una carrera vertiginosa, siempre en ebullición. Algunos insinúan las dificultades de construir al lado de García, pero nunca profundizan las miserias. Ni siquiera “Palito” Ortega, responsable de salvarle la vida, cuando estuvo al borde de la muerte.

El fan de Charly lo agradece. BIOS se enriquece con el material de archivo y consigue sintetizar en un par de horas al gran monstruo del rock argentino, con un legado que no siempre fue comprendido en su momento pero que a la luz de las décadas sólo se puede atribuir a un genio.

Por Daniel Santos


Un tibio retrato ATP que queda a medio camino

La obra de Charly García es tan grande, profunda y emocionante que hasta podría alcanzar con hacer un collage aleatorio de imágenes de shows y entrevistas para tener un rico y emotivo producto biográfico. Y algo así es lo que sucede con BIOS. Vidas que marcaron la tuya en su edición dedicada al genio argentino.

Nadie podría negar que en el documental se viven emociones fuertes. La cabeza y el alma viajan a mil por la carrera de García. Pero esto es sólo mérito de la riqueza del mayor compositor que ha dado este país.

El hilo narrativo, si bien es cronológico (y eso ordena los tantos) se pierde en buenas intenciones y testimonios poco aprovechados. Además, la elección de Julieta Venegas como host (de quien nadie discute su talento) parece ser más producto de una estrategia comercial de la señal latinoamericana, que el acierto de un personaje que logra correr el velo de uno de los artistas más interesantes y caóticos del planeta.

Aquí otro punto: si bien las biografías documentales suelen tener un carácter celebratorio, la de Charly decide casi no meterse en el perturbado mundo que llevó al músico al borde de la locura y la muerte.

Si bien hay guiños a ese submundo que lo llevó a tirarse de un noveno piso o a hacer y deshacer a su antojo cualquier cosa que pasase por su cabeza (es famosa la frase: mi capricho es ley), el relato apenas sobrevuela el caos compositivo, mental y personal que vivió durante años. Esa misma tibieza ATP, es la que se queda a medio camino para mostrar su genialidad musical. Apenas el testimonio del productor de Clics Modernos, Joe Blaney, aporta datos curiosos e importantes sobre el proceso creativo del enorme hacedor de canciones.

Charly es tan grande, que sólo un genio podría condensar su figura en dos horas de televisión.

Por Rodrigo Rojas

Fuente: VOS

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

Charly volverá a tocar antes de fin de año

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Charly y su Torre de Tesla
"No puedo decir todavía cuándo ni dónde, pero antes de fin de año Charly va a tocar en Capital Federal". Anoche, Rosario Ortega confirmó que 2018 cerrará con un nuevo concierto de Charly García, durante una entrevista radial que le hicieron a la cantante en el programa “Su atención por favor”, conducido por Nicolás Artusi y Sol Rosales en FM Metro.

La hija menor del "Clan Ortega", vocalista de García desde 2011, cuando ocupó el lugar que dejó vacante Hilda Lizarazu, contó cómo es su relación con el músico desde entonces y casi en el final de la nota adelantó lo que tanto estaban esperando los fans de Say No More. Ante la insistencia de los conductores para que dijera la fecha del show, ya que en los últimos dos años García anunció sus conciertos con apenas 48 horas de anticipación, Ortega dijo que no podía, pero que estuvieran atentos, porque falta poco para que se haga público.

Este año, García se presentó en tres ocasiones en la ciudad de Buenos Aires. La primera en febrero, en el teatro Coliseo y luego, en Abril y Agosto, en el teatro Gran Rex, un escenario que le sienta bien al músico y a lo largo de su carrera solista lo ha convertido en su segundo hogar. ¿Repetirá show en la calle Corrientes? Habrá que estar atentos.

Fuente: La Nación

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

Sinfonía rockera con final inesperado

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Lo que ves es lo que hay. Charly volvió al Gran Rex con un show de 17 canciones.
Anda en algún momento entre los 30 y los 40, resistió todo lo que pudo mientras sus amigos insistían para irse y ahora pregunta por tercera, cuarta y enésima vez si lo están jodiendo. Se lo pregunta, más triste que enojado, a una de las guardias de seguridad del superpullman del Gran Rex que repite que hay que ir desalojando la sala. Que indica que primero las escaleras de mármol y después la avenida Corrientes, que esas luces que se van prendiendo en el teatro y esos otros guardias de seguridad que suben al escenario y bloquean la escalera por la que virtualmente podría subir también alguien del público quieren decir que hay que irse. “Algo pasó”, empezó a repetir la guardia de seguridad cuando lo que parecía el intervalo que viene antes de los bises empezó a estirarse. “Algo pasó”, dijo una y otra vez, sin poder decir más nada y sin calmar ninguna de todas las ansiedades presentes en la sala.

Algo pasó: el recital de Charly García este martes duró una hora y cinco minutos. Y aunque desde su círculo más cercano aseguraron que la lista de 17 canciones que ejecutó era la pautada, que no estaban previstos bises y que no medió ninguna complicación de salud, nadie en el público entendió que el show había llegado a su fin cuando García dijo “cada cual tiene un trip en el bocho, difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo”, en el marco de sus Promesas sobre el bidet, y se cerró el telón y no volvió al escenario.

“¡Charly, te dejé el bono de fin de año!”, se lamentó una chica mientras salía de la platea a la calle. Una de sus amigas insistía: “Estaba segurísima de que era un intervalo”. La tercera fue la más expeditiva: decidió en qué pizzería iban a meterse. Media hora después de que se cerrara el telón, en la sala todavía quedaba gente. Algunos gritaban “¡Charly volvé!”, otros se referían al productor del show en términos poco amistosos, y la mayoría esperaba en silencio hasta convencerse de que era hora de volver a casa.

“No vinimos a esto”, le dijo un hombre de cerca de 60 años a la guardia de seguridad, ya prácticamene devenida en acompañante terapéutica durante el éxodo.

¿A qué habían ido ese hombre y tres mil y un piquito de personas más hasta el Rex? Tal vez a sentir esa especie de suspenso que inventa el fade in de Yendo de la cama al living, con la tranquilidad de saber de antemano que el misterio se termina cuando el baterista pega el primer golpe. O a disfrutar de no saber cómo hace Charly García para que su voz al tercer tema suene como si el señor de voz lastimada de la primera canción fuera un perfecto desconocido, que es la última temporada de la serie que consiste en ver a Charly García recuperarse de casi cualquier cosa.
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Garcia + Aznar + Lebon

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Charly, Aznar y Lebón en el Colón (Martín Bonetto)
"Yo canto para alcanzarte atravesando todo el azul", comenzó a cantar David Lebón los primeros versos de la canción A cada hombre, a cada mujer de Serú Girán. Dio paso así a un momento histórico: el reencuentro en el escenario del teatro Colón de Lebón, Charly García y Pedro Aznar. El reencuentro de las voces de Serú.

El momento ocurrió en el cierre de la gira Resonancia de Pedro Aznar, donde repasa los 35 años de su carrera solista. Pedro Aznar acababa de cantar La Paz, tema que forma parte de su álbum Aznar canta Brasil, y fue entonces que invitó al escenario a David Lebón, con quien además de Serú Girán, el músico compartió un proyecto en dúo que cristalizó en el álbum Aznar/Lebón.

Luego llegó el turno de Charly. Juntos tocaron un clásico de Sui Generis, Confesiones de Invierno. Charly al piano. Pedro en la guitarra electroacústica. Y juntos en la voz. En formato de trío, con Oscar Moro siempre en el recuerdo, García, Aznar y Lebón finalmente compartieron una versión de A cada hombre A cada mujer, uno de los temas que el bajista aportó a Serú 92.

Serú fue un dream team: Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y el fallecido Oscar Moro. El otro reencuentro histórico había sido en el estadio de River Plate, en 1992 (también hubo otras veces, como en un recital en el ND Ateneo en 2007 y otra vez, en 2010, en el Luna Park).

La primera vez que Charly lo vio a Aznar lo contrató. Fue en un club de jazz pequeño. El bajista solo había tocado un compás y medio cuando García dijo: "Es éste". Charly dirá en una entrevista: "Con Pedro compusimos canciones en el acto".

La primera vez que se juntó Serú, que en ese momento no se llamaba así, fue en Brasil, en una casa que habían alquilado Charly y Lebón que habían llegado primero a ese país.

Serían las 11 de la noche cuando llegaron Moro y Aznar. Directamente bajaron los instrumentos de la camioneta, se pusieron a armar los equipos y luego a tocar. Fue media hora seguida. Luego se miraron todos​ y dijeron: somos un grupo.

Un grupo que fue hacedor de clásicos como "Canción de Alicia en el país", "Seminare", "Viernes 3AM", "Desarma y Sangra" y "Cinema Varieté". Cuatro discos de estudio los llevaron a lo más alto del rock nacional. Oscar Moro, el legendario baterista, había fallecido en 2006 a los 56 años.

Los años anteriores a Serú  habían abarcado desde Sui Generis a La Máquina de Hacer Pájaros. Sui Generis, con Charly y Nito Mestre, nació en 1972: duró tres años en su etapa de producción y cambió la naturaleza del rock nacional.

Vida, de noviembre de 1972, forjó la historia de Sui: un disco de canciones con una mirada más adolescente, lirismo y acordes simples (‘Quizás porque’, ‘Necesito’, ‘Estación’), aunque incorporaba rasgos más oscuros como en “Canción para mi muerte” (resultado de la colimba de Charly en 1971, donde, empujado por sus acciones, lo dieron de baja al declararlo ‘maníaco-depresivo con personalidad esquizoide”).

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